El impacto del sueño en el rendimiento deportivo: Factores que afectan al sueño en deportistas de CrossFit

En esta serie dedicada al sueño y su influencia en el rendimiento deportivo, hemos visto como el descanso juega un papel fundamental y es esencial para el rendimiento deportivo. Durante el sueño, el cuerpo se recupera, se regenera y se fortalece, lo que ayuda a evitar lesiones y a mantener un excelente estado físico. Además, el sueño adecuado permite la consolidación profunda de la memoria y mejora significativamente la concentración, lo que contribuye a un rendimiento mental y técnico sobresaliente en cualquier deporte. El sueño también ayuda a regular los desequilibrios hormonales y a fortalecer el sistema inmunológico, lo que promueve una buena salud general y una recuperación más rápida después de un esfuerzo físico intenso.

Tras explorar en profundidad cómo el sueño afecta al rendimiento general en el deporte, nos adentramos ahora en los factores que impactan en nuestro descanso.

En este segundo artículo, nos enfocaremos en comprender los factores que inciden en nuestra calidad del sueño. También, analizaremos cómo maximizar el sueño puede convertirse en un diferenciador crítico en la búsqueda del éxito en este riguroso y apasionante deporte.

Horarios de entrenamiento

Sabemos que no todos podemos dedicarnos únicamente a entrenar, tenemos un trabajo, una familia a la que atender…por ello muchas veces tenemos que entrenar a última hora del día, una vez finalizadas nuestras responsabilidades.

Realizar sesiones intensas de entrenamiento por la tarde/noche puede hacer que experimentemos dificultades para conciliar el sueño debido a la alta estimulación física y mental que estas sesiones implican. Durante el entrenamiento se produce la liberación de cortisol y la activación del sistema nervioso simpático, que implica un aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Este estado de excitación puede dificultarnos el proceso de conciliación del sueño, ya que nuestro cuerpo permanece en un estado de alerta.

Por otro lado, si entrenamos por la mañana debemos asegurarnos de mantener una hora de acostarnos temprana para así garantizar un sueño reparador y una recuperación adecuada. De hecho, múltiples investigaciones han demostrado que la exposición a la luz natural durante la mañana ayuda a regular el ritmo circadiano del cuerpo, lo que facilita la conciliación del sueño por la noche y promueve un sueño de mayor calidad.

Puede que en tu trabajo tengas que realizar turnos y por eso habrá días que entrenes por la mañana y otros por la tarde e incluso por la noche…La variabilidad en los horarios puede modificar el ritmo circadiano natural de nuestro cuerpo, lo que puede resultar en dificultades para conciliar el sueño e interrupciones del mismo.

Es decir, los horarios de nuestros entrenamientos pueden influirnos significativamente en la calidad del sueño debido a su impacto en la activación fisiológica y el ritmo circadiano. Por eso, es fundamental que en la medida de lo posible, establezcamos horarios de entrenamiento consistentes y programar nuestras sesiones de manera que nos den suficiente tiempo para relajarnos y desconectar antes de que nos acostemos. Así, facilitaremos la conciliación del sueño promoviendo una mejor recuperación física y mental.

En Aether, sabemos que aunque no somos culpables de lo que nos sucede, en este punto lo aplicamos a nuestras obligaciones externas, sin embargo, sí que somos responsables de como respondemos a ello, por eso analizaremos bien el impacto del descanso en nuestro organismo y distintas herramientas que nos pueden ayudar a optimizarlo.

Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto y encontrarás la fuerza. Marco Aurelio.

Suplementación y consumo de estimulantes

A continuación, veremos los efectos que la suplementación y los estimulantes tienen sobre el sueño, ya que muchos atletas recurren a su uso para optimizar su rendimiento. Sin embargo, es crucial comprender cómo estas

(No entraremos en el debate de qué suplementos son útiles o no, simplemente hablaremos de su impacto en el sueño y el descanso).

Los suplementos son conocidos por proporcionar una mejora en el rendimiento y acelerar la recuperación. Sin embargo, algunos suplementos pueden tener un impacto negativo en el sueño si se consumen en momentos inadecuados.

Cafeína

La cafeína es uno de los estimulantes más ampliamente utilizados en el mundo del deporte, puede tener efectos tanto positivos como negativos en el sueño y el rendimiento deportivo.

Por un lado, la cafeína puede aumentar el estado de alerta, mejorar la concentración y reducir la percepción del esfuerzo durante el ejercicio, lo que potencialmente lleva a un mejor rendimiento en el entrenamiento. Sin embargo, su consumo excesivo o demasiado cerca de la hora de acostarse puede interferir con la calidad del sueño al dificultar la conciliación del sueño y reducir la duración del sueño profundo y reparador. Por lo tanto, debemos conocer nuestro cuerpo y ser conscientes de nuestra sensibilidad individual a la cafeína y ajustar su consumo en consecuencia para maximizar los beneficios sin comprometer el descanso necesario para una óptima recuperación y rendimiento.

Beta-Alanina

La Beta-Alanina, es un aminoácido conocido por su capacidad para mejorar la resistencia muscular y retrasar la fatiga, sin embargo, puede impactar en nuestro descanso.

Aunque sus beneficios ergogénicos son bien conocidos, algunos estudios sugieren que puede aumentar la excitabilidad neuronal, interfiriendo así en la calidad del sueño si se consume en grandes cantidades o cerca de la hora de acostarse. Además, algunas personas pueden experimentar sensaciones de hormigueo en la piel, conocidas como parestesia, como efecto secundario de su consumo y que esto dificulte la conciliación del sueño derivado de la molestia.

Por lo tanto, de manera similar a como vimos para la cafeína, si consumimos suplementos (como algunos Pre-Workouts) que contengan Beta-Alanina, o la Beta-Alanina directamente, debemos ser conscientes de estos posibles efectos y considerar el momento y la dosis en los que los consumimos para minimizar cualquier impacto negativo y asegurarnos una óptima recuperación física y mental.

Fat Burners

Los quemadores de grasa también conocidos como Fat Burners, pueden impactar en el sueño y el rendimiento deportivo.

Estos suplementos que están diseñados para aumentar el metabolismo y la quema de grasas, a menudo contienen ingredientes estimulantes como la Cafeína, la Sinefrina y la Yohimbina, que pueden mejorar temporalmente el estado de alerta y la energía durante el entrenamiento pero que su consumo excesivo o en momentos inapropiados, especialmente cerca de la hora de acostarse, puede interferir en nuestro descanso.

Otra vez más, vemos que debemos ser conscientes de los posibles efectos estimulantes, y en el caso de que hagamos uso de los quemadores de grasa, ajustar su consumo y horario de ingesta para minimizar cualquier impacto negativo.

¿Hay suplementos para mejorar el sueño?

¡Por supuesto! Existen una variedad de suplementos que han demostrado tener efectos positivos en la calidad del sueño. Uno de los más conocidos es la Melatonina, una hormona natural que regula el ciclo sueño-vigilia. La melatonina es especialmente útil en situaciones como viajes o cambios en los horarios que pueden alterar nuestros patrones de sueño habitual. 

 

Además de la Melatonina, otros suplementos también pueden ser beneficiosos. Por ejemplo, el L-triptófano y el 5-HTP son capaces de aumentar la producción de Serotonina, un neurotransmisor asociado con el sueño y el estado de ánimo. Estos suplementos pueden ayudar a promover una sensación de calma y relajación, facilitando así el proceso de conciliación del sueño. 

Por otro lado, ciertas hierbas y compuestos también han demostrado tener efectos positivos en la calidad del sueño. La L-Teanina, por ejemplo, que se encuentra comúnmente en el té verde, tiene propiedades relajantes que pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. El CBD (Cannabidiol), la Ashwagandha, la Glicina, el Azafrán y la Valeriana también se han asociado con mejoras en el sueño debido a sus efectos relajantes y ansiolíticos.

En resumen, hay una variedad de opciones de suplementos disponibles para aquellos que buscan mejorar su calidad de sueño. Sin embargo, es importante recordar que los suplementos pueden afectar a cada persona de manera diferente, por lo que es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de suplementación.

En nuestro viaje hacia la excelencia física y mental, no podemos olvidar las sabias palabras de Séneca:

'La virtud es el único bien y está basada en el conocimiento'.  Lucio Anneo Séneca​.

Aunque los suplementos pueden ser aliados poderosos, es crucial conocer sus efectos y capacidades. Cultivemos, entonces, la virtud del equilibrio y la sabiduría en nuestras decisiones, pues en ellas reside nuestra verdadera fortaleza.

Estrés e impacto hormonal

El estrés es una parte inevitable de la vida y no estamos exentos de sus efectos, pero sí que podemos intentar gestionarlo de la mejor manera posible.

El estrés, ya sea físico o emocional, desencadena la liberación de hormonas como el Cortisol. El Cortisol, también conocido como la hormona del estrés, juega un papel crucial en la respuesta del cuerpo al estrés. Durante períodos de alta tensión, los niveles de Cortisol aumentan con la finalidad de movilizar la energía necesaria para hacer frente a la situación. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, sus niveles pueden permanecer elevados, conduciendo a desequilibrios hormonales que interfieren con el sueño.

El Cortisol tiene un ritmo diurno, con niveles más altos por la mañana para ayudar a despertar y niveles más bajos por la noche para facilitar el sueño. Sin embargo, el estrés crónico puede alterar este ritmo natural, resultando en niveles elevados de cortisol durante la noche que dificultan la conciliación del sueño y reducen la calidad del mismo.

Además del cortisol, el estrés también puede afectar a otras hormonas importantes para el sueño, como la anteriormente citada Melatonina y la Hormona del Crecimiento (HGH Somatotropina). Como hemos comentado, la Melatonina, conocida como la hormona del sueño, regula el ciclo sueño-vigilia y se produce en mayor cantidad cuando oscurece para inducir el sueño. Sin embargo, el estrés puede inhibir la producción de Melatonina, dificultando aún más la conciliación del sueño.

Asimismo, el estrés crónico puede suprimir la producción de Hormona del Crecimiento, que es crucial para la recuperación muscular y la regeneración durante el sueño. Esta supresión afecta negativamente a la capacidad del cuerpo para recuperarse del entrenamiento y aumenta el riesgo de lesiones.

Para mitigar los efectos del estrés en el sueño, es fundamental implementar estrategias de manejo del estrés, técnicas de relajación como la meditación y la respiración profunda, así como escribir un diario, pueden ser nuestros grandes aliados.

Además, debemos priorizar el autocuidado para así mejorar nuestra calidad de vida. Reconocer la importancia del equilibrio entre el esfuerzo y la recuperación es esencial para mantener un rendimiento óptimo y una salud integral.

Priorizar el descanso adecuado y establecer rutinas de sueño consistentes ayuda a restaurar los ritmos hormonales naturales y mejora la calidad del sueño. Al reducir la carga de estrés y restaurar el equilibrio hormonal, optimizaremos nuestra recuperación y rendimiento deportivo.

Es fundamental reconocer que el sueño juega un papel crucial en el rendimiento. Los horarios de entrenamiento, el consumo de suplementos y el estrés pueden impactar significativamente en la calidad del sueño y, por ende, en nuestra capacidad de recuperación y mejora física y mental.

Priorizar el descanso adecuado, establecer rutinas de sueño consistentes y gestionar el estrés de manera efectiva son pasos esenciales para optimizar el rendimiento deportivo y promover una salud integral. A continuación, mostramos algunos puntos clave que resumen los aspectos más importantes discutidos en este artículo:

  • Horarios de entrenamiento: Mantener una consistencia en los horarios de entrenamiento y programar sesiones que permitan suficiente tiempo de relajación antes de acostarse puede mejorar la calidad del sueño.
  • Suplementación y consumo de estimulantes: Conocer los efectos de la Cafeína, la Beta-Alanina y otros suplementos en el sueño, y ajustar su consumo en consecuencia para evitar interferencias con el descanso.
  • Gestión del estrés: Implementar estrategias de manejo del estrés, para reducir los niveles de Cortisol y promover un mejor sueño.
  • Priorizar el autocuidado: Reconocer la importancia del equilibrio entre el esfuerzo y la recuperación, y establecer rutinas que favorezcan un descanso adecuado para optimizar la recuperación y el rendimiento deportivo.
  • Consulta con un profesional de la salud: Antes de comenzar cualquier régimen de suplementación o implementar cambios significativos en nuestras rutinas, es recomendable buscar orientación de un profesional de la salud para garantizar una práctica segura y efectiva.

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